martes, 30 de abril de 2013

BRILLAMOS

No sabes cuánto duele tener que verte a escondidas. Saber que estoy perdiendo mi única vida, aunque sin ti se haga larga, triste y amarga, mi mirada busca tu salida, a veces perdida, entre niebla que olvida, que cuando no sé encontrarte ni encontrarme, eres mi punto de partida. Que el tiempo decida, el momento de vernos es duro, saber que entre tú y yo, se interpone un gran muro. y que aunque quiera saltarlo, romperlo, u odiarlo, no puedo hacer nada, porque aunque intenten convencernos la vida no es un cuento de hadas. Aunque existen malvadas, que conjuran hechizos, que quise rozarte pero una nube me deshizo, entre un paisaje plomizo, me vuelvo a esconder, aunque sabes que te observo, por eso te dejas ver, ante todos estos siervos. Hiervo de día, imaginando que eres mía. Me hielo de noche, tras observar tu derroche, de belleza y elegancia, eclipsando mi pereza y extravagancia.... me alejo. Me veo en tu reflejo, pero sólo por tu brillo, un extraño modo espejo, como la princesa en la ventana del castillo. Princesa preciosa, tristemente reflejada en la ventana lluviosa. Odiosas, lágrimas que se camuflan con las gotas en los cristales, imágenes de cuento que no son reales. Y hablando de princesas, de repente ¡sales! Ahora las noches son menos oscuras, y los males son menos males. Y no nos compares, porque somos noche y día. uno que entraba y otro que salía. Yo a veces tapado y tú otras vacía. De día, al niño despierto, mientras tú de noche le acunas. ¿Quién brilla más? ¿El SOL sobre el desierto, o sobre el mar la LUNA?